Conocemos a Elisabet Benavent, la autora de la saga de Valeria

Adoro leer pero admito que no suelo engancharme como lo he hecho con las novelas de la escritora Elisabet Benavent. Gracias  una amiga, Covadonga, que me comentó que debía leer un libro sobre una chica que se llamaba Valeria, no he dejado de leer y destripar cada uno de los libros que ha escrito.

Hace tan solo unos días que he terminado el libro de última trilogía y aún tengo el corazón dividido entre Hugo y Nico. Pero Gabriel ha sido mucho Gabriel, sin desmerecer a Víctor 😉  ¿Quieres saber cuál es el personaje masculino favorito de Elisabet? Hoy desvelamos eso y muchos más datos.

Elisabet son muchísimas las mujeres que se han “enganchado” literalmente a tus libros, ¿qué crees que tiene y que los convierte en especiales?

Creo que lo que ha hecho que las lectoras se enganchen a mis libros ha sido el hecho de que pueden sentirse identificadas con las protagonistas. Es posible que las tramas estén más o menos lejos de nuestras realidades, pero ellas, los personajes que viven estas situaciones, son como nosotras y reaccionan como nosotras lo haríamos. Quise escribir novelas en las que las lectoras pudieran verse reflejadas y que hablaran de la mujer de ahora.

Me gustaría que nos remontásemos a los inicios, ¿es difícil hacerse un hueco en este mundo literario?

Fácil no es. Yo he tenido muchísima suerte; me considero muy afortunada. Cuando uno autopublica nunca sabe si va a encontrar respuesta por parte del público. En mi caso lo hice para quitarme la espinita, para no poder decirme en un futuro que no lo había intentado y al final… salió bien. Las plataformas digitales de autopublicación y las redes sociales son grandes escaparates que, hace unos años, no existían y que facilitan darse a conocer. Es un mundo difícil, como todos, pero no es imposible.

Según tu experiencia, ¿se puede vivir de la profesión de escritora?

Es una pregunta complicada. El sector editorial hoy en día no es como hace unos años. Lejos están los años dorados de la edición en los que el escritor podía vivir solamente de sus libros. Ahora hay que hacer más malabarismos y compaginar la escritura con otras cosas. Creo que hay pocos autores que vivan solamente de las novelas que publican.

¿Crees que 50 sombras de Grey ha ayudado o ha hecho daño a este sector?

Sin duda alguna ha ayudado a democratizar un género que siempre ha tenido demanda pero que estaba socialmente mal visto. Ha abierto las puertas al gran público a acceder sin problemas ni prejuicios a novelas románticas con escenas explícitas, sin temor a ser juzgados por ello. Otra cosa es que te guste o no; depende de cada uno.

¿Encontraremos bondage en tus novelas?

No. Nunca se puede decir un “no” rotundo, pero estoy bastante segura de que no iré por ahí. No es un tema que me seduzca porque no acabo de encajar las relaciones de poder del tipo “sumis@-am@”.

¿Qué hay de ti en Valeria, en Silvia o en Alba?

Mucho, como en el resto de los personajes. Cuando escribes una novela tiendes a hablar de cosas que conoces y vuelcas mucho de ti en cada diálogo. Miedos, inseguridades, expresiones, deseos, creencias o elecciones. Vas dejando perlitas tuyas en todos… en ellos y en ellas.

¿Cuánto tiempo puedes tardar en escribir un libro? ¿Dedicación exclusiva?

Depende un poco del libro, pero lo normal es de los siete meses al año. No es solamente escribir la historia; a veces tienes que dejarla reposar durante un tiempo antes de meterte de lleno con las correcciones, que es la parte que hace que un manuscrito pase a ser una novela. Vas hilando fino, limando asperezas, redondeando la historia…

Sin contar con las veces que las musas se van a visitar a otro y te quedas delante del ordenador sin saber qué escribir. En esas ocasiones lo que suelo hacer es dejarlo estar durante unos días y centrarme en otra cosa. Suelo llevar varios proyectos a la vez y así me aireo. Suele pasar que cuando no te empecinas ni te agobias, termina saliendo solo.

¿Necesitas unas rutinas de trabajo?

Supongo que todo el mundo necesita unas rutinas de trabajo, sobre todo porque un escritor hoy en día no solo se dedica a sus novelas. Trabajar en casa es complicado desde ese punto de vista y además estás a expensas de que aparezcan las musas que antes te comentaba, a las que les suele gustar irse de parranda cuando más las necesitas. Yo tengo mis horarios, pero voy cambiando de tarea si la cosa se atasca.

Elisabet, ¿consideras que tus libros han abierto una puerta en la sexualidad de la mujer?

Es mucho decir. ¡Ojalá! Pero yo creo que mis libros son el reflejo de lo mucho que ha abierto la mujer la puerta de su propia sexualidad. Nuestra generación es libre de vivir lo que quiera/necesite/le apetezca y creo que en mis libros solo se muestra la realidad de las chicas de hoy en día. No somos sujetos pasivos de nuestra vida sexual sino que tomamos las riendas de la misma porque por algo es nuestra.

¿Con qué historia te has divertido más?

He pasado grandes ratos sentada con las chicas de la Saga Valeria, en sus cenas. Me he reído mucho con Lola, por ejemplo. Pero cada historia tiene sus momentos. Con Silvia también disfruté muchísimo con el proceso de documentación para parte de la trama. Mis apuntes eran una locura de calendarios, giras de grupos musicales, mapas de ciudades de EE.UU… ¡parecía una demente! Y con Alba… ¿qué decir? Me lo pasé pipa con ella y los chicos.

¿Qué porcentaje de realidad y de ficción podemos encontrar en tus libros?

Mis historias son ficción. En ningún caso son autobiográficas, pero siempre tiendes a hablar de aquello que conoces, por lo que en las páginas de mis libros hay muchas conversaciones de las que mantengo con mis amigas. No en cuanto a situaciones reales, sino en cuanto a las cosas que nos preocupan, además de reflexiones; ¡mis amigas son muy sabias!

Una cosa que me pregunto ¿Cómo lleva tu chico la fama que has logrado?

Bueno, tanto como fama… jajajaja. Pero gracias, vaya. Mi marido está muy orgulloso. Siempre ha sido la persona que más me ha apoyado; a veces me daba miedo decepcionarlo, pero he sabido ver con el tiempo que siempre me anima y empuja a dar lo mejor de mí.

Qué consejos darías para no caer en la monotonía de la pareja.

Siempre he pensado que las relaciones exigen atención y mimos todos los días del año. Celebrar ocasiones especiales como San Valentín está muy bien siempre y cuando no se nos olvide querernos el día a día. Soy muy fan de apagar la tele de vez en cuando y escuchar un disco juntos. Intentar que el tiempo que se pasa con tu pareja sea de calidad es clave porque aleja la inercia. Discutir es normal y no significa que una relación no valga la pena siempre y cuando sea desde el respeto. Lo más importante: dedicarse tiempo y atención, respetarse siempre como individuo y admirar al otro.

¿Qué mas historias tienes en la recámara?

Tengo varios proyectos entre manos de los que, lamentablemente, no puedo adelantar nada. ¡Esperemos que 2016 llegue pronto!

Cuando una mujer coge una de tus noveles ¿qué crees que espera encontrar?

Es una pregunta que me he hecho muchas veces. Yo me pongo en su piel pensando qué espero yo como lectora cuando cojo un libro y la respuesta es que quiero me absorba y haga que la rutina y el mundo desaparezca durante un rato. Al final un libro es un espacio de intimidad en el que viajas y vives otras vidas.

Una de las peculiaridades de tus novelas es el sexo explícito ¿crees que hemos superado el tabú que ha habido hasta entonces?

Espero que sí. No tiene sentido seguir mirando hacia otra parte. Hay que llamar las cosas por su nombre porque es la única manera de tener una vida sexual plena y sana que nos haga felices. Es, sencillamente, parte de nuestra existencia. Seamos hombres o mujeres, el sexo está ahí, en nuestra vida. Me niego a tener que tratarlo como un tabú porque el desconocimiento es un problema que termina generando cosas poco sanas.

¿Siempre tiene que haber un final feliz? ¿En la vida real es así?

La vida real no es así, pero tampoco es lo contrario. Hay finales felices y de cuento a nuestro alrededor de la misma manera que también hay cosas tristes. La vida ni es blanca ni es negra; tiene un montón de colores y de matices diferentes. Además, ¿qué hay de malo en soñar?

¿Quien es la persona más crítica con tus novelas? Esa que sabes que hasta que no te de el visto bueno no está perfecta.

Tengo una amiga a la que le suelo dar a leer los libros antes de publicarlos… mi amiga Laura, que es muy sensible con temas que me preocupan. Ella revisa entresijos de la historia y de los diálogos en los que yo no he caído y me hace sentir segura con lo que escribo, sobre todo, porque quiero comunicar relaciones sanas.

Y hablando en general sobre la literatura, ¿leemos más o menos que hace unos años?

Bufff. No sabría decirte. Yo creo que, en general, leemos poco. Diversificamos más nuestro tiempo libre, eso desde luego. Creo que deberíamos potenciar la lectura desde la infancia porque enriquece la vida mucho más que otras actividades. En los libros se encierra mucha vida y no deberíamos perdérnoslo.

Preguntas de las seguidoras de Tendencias Callejeras:

–   Elisabeth ¿Qué libros o autores sueles leer?

Leo mucha novela negra. Por ejemplo tengo entre manos ahora la trilogía de César Pérez Gellida y me parecen unos librazos. Pero me gusta leer de todo porque soy de las que piensa que en la variedad está el gusto.

–   ¿Qué opinas de la moda porno para mamás? ¿Te incluyes ahí?

No me gusta nada la definición “porno para mamás” porque no creo que se ajuste a la realidad. Si una mujer, sea madre o no, quiere ver porno, lo ve. No hay ningún problema. Creo que ese término contiene mucho prejuicio.

–   ¿Cuál es tu personaje masculino favorito?

¿De todos los tiempos? ¡No sabría decirte! ¡Hay tantos protagonistas masculinos que me han enamorado y hecho suspirar! Marcus Goldman, de La verdad sobre el caso Harry Quebert me enamoró mucho, por ejemplo. De mis novelas… Gabriel.

–   ¿Qué hay de ti en Valeria?

Supongo que Valeria y yo tenemos muchas cosas en común: las dos tenemos la vocación de escribir, nos casamos jóvenes, somos unas románticas empedernidas, a veces inseguras y nos sentimos reconfortadas en compañía de nuestras amigas, pero creo que hasta ahí. 😉

–   ¿Por qué siempre hay una amiga loca en tus novelas? ¿Tendríamos que tener una amiga así?

Yo creo que todas tenemos una amiga así. En mi caso tengo varias y son la sal de la vida. Siempre sacándote una sonrisa. Me gusta la gente original que deja de lado los prejuicios. Creo que tienen una visión de la vida muy… interesante.

–   ¿Has sufrido escribiendo la vida de Gabriel?

¡Como una loca! Cuando las lectoras me dicen que lloraron con él siempre digo lo mismo: yo también. Pero además con sollozos incluidos. Creo que el hecho de haber sufrido tanto con él lo ha convertido en uno de mis personajes preferidos.