Cocina con estrellas, la nueva tendencia gastronómica

La cocina con estrellas es la nueva tendencia gastronómica y mucho más si los restaurantes que las ostentan son incluidos en la famosa lista del “Restaurant Magazine”, digamos que estos son los “Oscar” de la alta cocina. Anoche se dio el nuevo ranking de los 50 mejores restaurantes del mundo que publica esta revista inglesa.

El famoso restaurante español El Celler de Can Roca, en Girona, ha sido considerado como el “mejor restaurante del mundo” por su propuesta innovadora y por ser líderes de la cocina de vanguardia. Felicidades a los hermanos Roca por llevar el pabellón español a lo más alto de la gastronomía mundial 😉

Tengo que destacar también a los representante de mi tierra, Perú, Virgilio Martínez, que con su restaurante Central (Lima) ocupa el cuarto puesto y ha sido reconocido como el mejor restaurante de Latinoamérica; Astrid & Gastón, de Gastón Acurio (puesto 14); y Maido de Mitsuharu Tsumura (puesto 44) ¡Enhorabuena!

La nueva tendencia gastronómica 

El año pasado los hermanos Roca hicieron una gira por Latinoamérica de la mano del BBVA y me invitaron como corresponsal de Radio Programas del Perú para probar su menú antes de su viaje y conocerlos de primera mano. ¡Una experiencia realmente maravillosa que quiero compartir hoy contigo!

Periodistas de México, España y de Perú fuimos hasta Gerona,  el restaurante que está ubicado en un barrio obrero a las afueras de la ciudad. Una preciosa fachada y entrada dan la bienvenida al visitante. El restaurante es alucinante, no por su ostentosidad, sino más bien por su sencillez, su tranquilidad, la paz que se puede sentir dentro.

En medio del restaurante hay árboles que puedes ver a través de las paredes de cristal y en la entrada hay una terraza donde los comensales pueden tomarse un café o salir a fumar. Al ingresar te ubican en una mesa, como he dicho antes nada ostentosa, cómoda si. La característica común y principal de todas las mesas es que llevan en el centro tres piedras, una por cada uno de los Roca. Y lo que nos explicaron es que cada mesa está dispuesta para no mirar de frente a tu vecino. Otro punto interesante es la música ( ya ni recuerdo si había) porque pasaba tan desapercibida que ni se notaba, porque para El Celler es importante mantener una buena conversación en la mesa sin tener que levantar el tono de la voz.

Una vez sentados te toman nota, preguntan si eres alérgico a algún alimento. En mi caso dije sí: a los mariscos, y tuvieron la molestia de traerme algo alternativo sin perder la esencia principal del plato que llevaba mariscos. Ese día degustamos 14 platos incluidos postres, maridados con sus respectivos vinos. Creo que estuvimos casi tres horas comiendo. Mira que platos tan maravillosos:

 

Aunque no lo creas, sales más que satisfecho. Los platos son fantásticos, riquísimos. Dentro de los postres uno me llamó la atención: helado de masa madre con pupa de cacao, lichis salteados y macarones de vinagre balsámico. Fíjate como late el postre jajaja.

Otra cosa que me llamó la atención es que cada plato debía salir en el tiempo, y momento adecuados y previstos, por eso pedían que si salías a fumar o a contestar el teléfono se lo comunicaras a los camareros para que ellos informaran a la cocina y no sacaran el plato que correspondía hasta que volvieras a la mesa. Si traían el plato y no estabas en la mesa, lo devolvían a la cocina.

Cuando los Roca crean un menú no solo piensan en los ingredientes y en lo que quieren transmitir con cada plato a sus comensales, sino también en la vajilla en la que los servirán. Por ejemplo, un plato de pescado iba sobre una vajilla celeste como si fuese el mar. Todos los cubiertos llevaban la R con tres patitas de los tres Roca (Joan, Josep, Jordi).

Un poco de historia de El Celler

La pasión por la cocina que sienten los hermanos Roca empezó a forjarse en Can Roca, el restaurante que sus padres regentan hasta ahora, muy cerquita del Celler. El bar era su salón, donde jugaban, hacían los deberes escolares, miraban la tele y disfrutaban de los aromas de los guisos que su madre preparaba en la cocina. En ese lugar surgió su inspiración.

Tengo que decir que los hermanos Roca, a pesar de los trofeos, nominaciones… mantienen la humildad y los pies en la tierra. Joan Roca, es el especialista en lo salado, dice que eso se lo debe a sus padres y que comer todos los días en el restaurante de sus padres le hace recordar de dónde surgieron.

Josep, “Pitu” Roca, es el sumiller, un enamorado de los vinos y los “elixires” de todo tipo. Cuenta que empezó su amor por ellos cuando tenía que bajar al sótano del restaurante de sus padres para rellenar el vino a granel que servían en el allí. Tengo que decir que cuando entré a su bodega me quedé asombrada, no por su fastuosidad, sino porque Josep le ponía diferentes estilos de música a cada tipo de vino o licor que allí guardaba con sigilo. Por cierto, para Josep “los vinos se pueden sentir”.

Y Jordi Roca, el encargado de lo dulce, tiene claro que quiere que los que coman sus postres y manjares rememoren momentos de su infancia, tengan bonitos recuerdos, sientan cosas especiales. Su trabajo es ése, conseguir que los que prueban cada una de sus creaciones puedan hacer trabajar sus sentidos y distinguir todos los ingredientes con los que han sido elaborados.

Por cierto, si quieres ir al Celler de Can Roca deberás tener muchas paciencia, hasta dónde sabía había que reservar con hasta ¡¡¡dos años de antelación!!! Por cierto, aquí te dejo el look que usé para esta maravillosa ocasión:

Outfits de Cindy:

• Pantalón Mango: 15 euros
• Camiseta Zara: 20 euros
• Chaqueta Zara: 45 euros
• Zapatos Blanco: 10 euros

Definitivamente, ésta ha sido una de las mejores cosas que he tenido que hacer en mi trabajo como corresponsal. Espero que os haya gustado este repor que he preparado para mostrarte cuál es la nueva tendencia gastronómica así que aprovechando esta noticia has podido entrar en el interior del mejor restaurante del mundo.